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La administración deportiva es un área imprescindible en cualquier organización o entidad del ámbito del deporte. Su correcta gestión depende de un uso eficiente de los recursos y de una planificación concienzuda.
En este artículo conoceremos en profundidad este concepto, descubriremos su evolución a lo largo de la Historia y analizaremos los diferentes tipos de administración deportiva.
¿Qué es la administración deportiva?
Cuando hablamos de administración deportiva, debemos comprender que es un proceso que no se aleja demasiado, en sus aspectos fundamentales, de la administración de una organización o empresa de cualquier otro ámbito.
Sus tareas principales son comunes, como la gestión y aplicación de todos los recursos de la entidad, con la diferencia de que todas ellas adquieren un carácter deportivo. Es decir, se realizan con el fin de desarrollar proyectos y actividades deportivas, ya sea desde el punto de vista comercial o social.
El objetivo último de la administración deportiva es alcanzar los objetivos de la entidad a través del buen hacer y una correcta organización.
Entre las funciones más importantes de esta área se encuentran:
- Permitir y favorecer una correcta ejecución de las actividades deportivas que se realicen en la entidad.
- Asegurar el alcance de los objetivos organizacionales fijados por la Dirección.
- Gestionar los recursos humanos de la entidad para obtener el máximo rendimiento de los mismos.
- Realizar tareas de gestión de los recursos financieros, utilizando los criterios económicos habituales en cualquier empresa u organización.
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Evolución de la administración deportiva
Los orígenes de esta área de la gestión deportiva se remontan a la actividad de los primeros pobladores de la Tierra, ya que, incluso en las civilizaciones más antiguas, se realizaba deporte. Independientemente de la finalidad de esta práctica deportiva, por ocio como por beneficio para la salud, se requería de algún tipo de organización tanto de la propia actividad, como de los recursos disponibles, e incluso de las personas participantes en la misma. Esta organización tenía un enfoque básico y centrado en la consecución de objetivos a corto plazo.
Un ejemplo de administración deportiva a lo largo de la Historia es la organización de las competiciones olímpicas en la civilización griega.
Sin embargo, es con el tiempo que al desarrollo y la planificación de todas estas actividades se les ha llegado a agrupar bajo la denominación de administración deportiva y se ha procedido a su conceptualización formal. A partir de la Edad Media comienzan a aparecer los primeros ejemplos de figuras de administrador deportivo en su conceptualización más moderna. Es decir, profesionales especializados en la gestión de espectáculos y competiciones, en la coordinación de actividades y el fomento de la práctica deportiva, a menudo enfocados hacia la obtención de beneficios económicos y sociales.
La consideración del deporte como una disciplina formal y un sector económico por derecho propio impulsó la relevancia de la administración deportiva.
Fases de la administración deportiva
La correcta administración deportiva de cualquier entidad, club o asociación se fundamenta en un procedimiento riguroso y compuesto por cuatro fases diferenciadas. Estas fases son:
Planificación
Consiste en definir cuáles son los objetivos y metas, tanto a corto como a medio y largo plazo. Con esta información en la mano, trazar un plan de actuación con diferentes acciones específicas.
Organización
Se basa en implementar las acciones diseñadas, distribuyendo funciones y tareas, además de gestionar los recursos existentes, tanto humanos como materiales o de las instalaciones.
Dirección
Una de las funciones principales del administrador deportivo consiste en orientar y coordinar al personal de la entidad para conseguir que los esfuerzos se dirijan hacia un mismo punto. En definitiva, debe asignar tarea y asegurar una buena comunicación entre los diferentes departamentos.
Evaluación
Comprobar mediante diferentes herramientas de control que la estrategia implementada obtiene los objetivos perseguidos inicialmente. En caso negativo, detectar errores y puntos de mejora, diseñando soluciones creativas.
Tipos de administración deportiva
Como ya hemos visto, un administrador deportivo se encarga de la gestión del personal, el presupuesto, las instalaciones y las diferentes actividades o eventos que se realicen en las mismas. Sin embargo, cuando hablamos de administración deportiva, podemos estar haciendo referencia a diferentes tipologías, ya que no existe una única forma de llevar a cabo estas acciones.
Estos son los tipos que podemos encontrar:
Administración deportiva estratégica
En esta tipología se diseñan todos los procesos de planificación y dirección que puede requerir la entidad para prevenir cualquier tipo de complicación o daño que se pueda producir, especialmente aquellos que puedan producirse a largo plazo.
Administración deportiva táctica
Esta tipología hace referencia al diseño y planificación de tareas que se deben ejecutar para cumplir objetivos a medio plazo. En este caso, las diferentes tareas son llevadas a cabo por los distintos departamentos y equipos humanos de la entidad.
Administración deportiva operacional
La administración operacional es una tipología enfocada hacia la planificación y gestión de entidades desde el punto de vista de los procesos. Se trata de un tipo de administración más pormenorizada y centrada en los objetivos a corto plazo, en la correcta ejecución de cada tarea y la metodología a seguir en cada una.
¿Dónde estudiar administración deportiva?
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